Hay quien cree que hacer una
crítica a un proyecto es hablar mal de quien lo propone, nada más lejos de la
intención de esta asociación, su junta directiva y sus afiliados. Es más,
estamos seguros que la alcadesa tiene una buena intención, aunque haya tenido
que retirar los proyectos de Reglamento y Ordenanza. Pensamos que ha sido lo
mejor que podía hacer. Entendemos que antes de nada tenía, y sigue teniendo,
que presentarla con tiempo a todos los posibles interesados; esto es, al resto
de grupos políticos (ya lo ha hecho), a la asociación de ganaderos, a la
asociación de consorciantes (si es que todavía existe) y, por supuesto, a esta
asociación de vecinos. Nosotros nos damos ya por enterados, pues tenemos el
contenido de esos documentos: Reglamento, Ordenanza e Informe técnico
económico.
No sabemos que piensan las otras asociaciones y grupos políticos, pero nosotros estamos muy dispuestos a colaborar y aportar lo poco o mucho que sabemos. En nuestra crítica a la ordenanza vamos a plantear también otras posibilidades, que las hay; tanto en su redacción como en su contenido. Aportando soluciones al problema del reparto de cargas y de los beneficios, sin que por ello tengan que desnaturalizarse los intereses generales ni perjudicar innecesariamente a los diferentes intereses particulares.
Por eso mismo nos hemos tomado la
molestia de comparar las tasas vigentes con las tasas propuestas en el proyecto
de modificación de la ordenanza, y cual hubiera sido el resultado económico en
los ejercicios 2018, 2019 y 2020. Sobre los ejemplos reales es como se ven las
cosas.
Lo que excede de la medida legal,
curiosamente, sería ilegal y por lo tanto punible y recuperable. Sin embargo,
en nuestro pueblo ni se sanciona ni se recupera. Mucho nos tememos, además, que
visto el descontrol administrativo, ni siquiera se aplica, en algunos casos,
tal carga tributaria.
Muy pocos consorciantes sobrepasan los límites de 4 Has. de arbolado y muchos menos, por no decir ninguno, se
extralimitan con mas de 6 Has. de pradería. Seguimos temiendo que este apartado
del canon, no se aplica con el mínimo rigor.
En cualquier caso, los
rendimientos por el canon, obtenidos en 2018, eran de 26.756,78 €; para 2019
debieran ser lo mismo y por supuesto para 2020; ya que el canon sigue siendo inamovible
desde 2001. Pero sabemos, porque hemos contado uno a uno los consorcios, las
superficies y los excesos previstos en la ordenanza, que los ingresos por el
canon tienen que ser de 35.680,09 €, aunque en 2017 (queda fuera de nuestro
estudio) se alcanzaran los 36.485,30 €.
Con la propuesta del proyecto de
modificación de la ordenanza (ya retirado) el planteamiento sería este:
Donde parcelas del ayto, son los
actuales consorcios y concesiones, sería la legalización de lo ilegalmente cogido.
Los pastizales no se puede considerar canon, ya que es una tasa por utilización
o previo y excluido al rendimiento ganadero.
El canon propiamente dicho, daría
una recaudación de 76.907,84 €
Veamos entonces como quedarían
los tres últimos ejercicios con el canon y el resto de ingresos posibles.
Ya ven que el resultado, de
aplicarse el retirado canon y tasas nuevas, sería una debacle, para las
arcas municipales. Sin embargo hemos podido escuchar, leer más bien, que cierto
grupo político municipal se quejaba del perjuicio que se iba a ocasionar al
sector primario. Más bien parece todo lo contrario, ya que el perjuicio
evidente lo sufrirían las ya de por sí mermadas arcas municipales.
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